GOMEZ PALACIO, DGO.- Los trabajadores sindicalizados fueron pacientes y aguantaron el ser “pendejeados”, para cinco meses después hacer uso de la palabra que se les negó el 8 de abril durante la administración de los morenistas.
Su “venganza” fue completa al entrar a la sala de cabildo y encontrar, ahora como regidor, a Jair Vitela, a quien acusan de haber obligado a una mujer a trabajar enferma de Covid y que a causa de eso murió por falta de atención.
Portando algunas pancartas en las que exigían “justicia para Coquito”, recibieron el permiso de expresar sus inquietudes ante el cabildo que incluyeron reproches a los regidores Vitela y Elda Nevárez, que aseguran les impidieron hablar aquel 8 de abril en que algunos de sus líderes aguantaron el ser “pendejeados” por una regidora.
Pidieron la intervención de las autoridades para darle seguimiento a los señalamientos de corrupción por parte de funcionarios de la anterior administración y el seguimiento a las acusaciones que hacen en contra del regidor Vitela, pariente de la ex alcaldesa Marina Vitela Rodríguez.
Una vez expresadas las inquietudes de los trabajadores sindicalizados, los regidores aludidos tuvieron la oportunidad de hablar y solicitaron que se hicieran las investigaciones necesarias y se castigara a quien resultara responsable.
Sin embargo, pidieron también que los participantes en el cabildo abierto o quien reciba permiso para dirigirse al cabildo en pleno, respeten el recinto y las formas para dirigirse a los presentes.
El 8 de abril los regidores no se pusieron de acuerdo para permitir la intervención de los sindicalizados y fue la entonces alcaldesa, Anabell Gutiérrez Ibarra, quien emitió el voto de calidad y negó la oportunidad por tratarse de un asunto “sin interés para la ciudadanía”.
Lo anterior provocó que los trabajadores invadieran la sala de cabildo y las autoridades encabezadas por Gutiérrez Ibarra, dejaran la sala y suspendieran la sesión “por falta de garantías”.
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