Por Daniela Morales Silva
Una negligencia médica ha dejado graves consecuencias en Guadalupe Castro, hace más de tres años, que la maestra duranguense sufrió un accidente calificado como riesgo de trabajo al dirigirse de su casa a la escuela donde daba clases.
Fue en el ISSSTE que recibió atención por parte del especialista en Ortopedia, José Andrés Estrada Gómez, él le manifestó la necesidad de operarla para quitarle los discos intervertebrales, ponerle cajas intersomaticas, implantes de chip y hueso, así como barras y tornillos.
Aunque la citó para programarle la cirugía, el médico nunca acudió de hecho, según la denunciante, se le hicieron varios llamados por meses y Estrada no aparecía, cuando al fin, y “a regañadientes”, lo lograron ver el ortopedista dio el alta, sin operarla y marcando no secuelas.
Reclamó que fue a partir de la falta de ética del doctor Estrada que se le dio el alta sin secuelas evaluables, esto perjudico a la paciente pues le quitaron el dictamen de riesgo de trabajo, se ha quedado sin licencias medicas y ahora quieren que regrese a trabajar.
Guadalupe fue operada un año después, un neurocirujano se encargó del caso y realizó la operación, “fue una cirugía grotesca, de mucho cuidado, yo no podía moverme”.
Se ha realizado dos cirugías, pero requiere más, sin embargo, en el ISSSTE no se las han programado por falta de recursos.
Ya se le levantó acta por ausencia laboral, casi pierde su empleo, tiene un año sin recibir sueldo y todo a raíz del alta médica que hizo el doctor.
“Fue falta de profesionalismo, el no haberme operado en el momento que era y no un año después que tomaron mi caso, yo no estaría así”.
No solo tiene problemas administrativos, Guadalupe debe usar siempre una faja ortopédica, ya dejó de usar andadera, pero se asiste de bastón para caminar.