Fieles siguen actividades desde sus hogares
El Covid-19 cambió este año la manera en que la Iglesia Católica realizó el Viacrucis Viviente, en atención a las medidas de salud para evitar contagios se realizó en la Catedral Basílica Menor a puerta cerrada y los fieles pudieron “estar presentes” a través de la transmisión en vivo por redes sociales.
A diferencia de otros años no hubo gente en las calles esperando en cada una de las 14 estaciones que comenzaban en el Arzobispado para terminar en el Teatro de Calvario, tampoco hubo vendedores ambulantes para ofrecer imágenes o artículos religiosos ni los que vendían comida sobre todo chatarra.
Fue el Arzobispo, Faustino Armendáriz, quien encabezó las oraciones en las estaciones donde habitualmente se contaba con la participación de actores que revivían ante el público los diferentes momentos vividos por Jesús de Nazaret desde su prendimiento hasta su crucifixión y sepultura.
La conmemoración de la Pasión de Cristo se acompañó de la Santa Cruz del Señor, reliquia valiosa de la catedral, y la contingencia sanitaria por la que atraviesa el mundo fue el principal motivo de las oraciones, donde se pidió por la fragilidad de tantas personas.
“En esta hora difícil protege y bendice a los profesionales de la salud, médicos, enfermeras, enfermeros y auxiliares, ellos se muestran como los nuevos cirineos que ayudan al enfermo a vencer la enfermedad” expresó el Arzobispo para luego rezar el Padre Nuestro al término de la 5 estación.
Los comentarios de los fieles católicos, en la transmisión que alcanzó las más de mil personas conectadas, permitieron la interacción de las personas desde sus casas, orando en unión, pidiendo por el perdón de los pecados.
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