Impartir justicia no es fácil: jueces

Perla Rodríguez Contreras

El 7 de marzo de 1815, en Ario Rosales, Michoacán, se instaló el Supremo Tribunal de Justicia para la América Mexicana, antecedente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por lo que, en la actualidad, ese mismo día se celebra al Juzgador Mexicano.

“Ser juez es un privilegio para quienes nos hemos visto investidos con esta tarea, es una responsabilidad grande que requiere de perfiles con ciertas calidades y cualidades. Impartir justicia no es tarea fácil y requiere que el juez se haya capacitado de manera adecuada”, declaró José Luis Carrillo Rodríguez, juez primero de control y enjuiciamiento y coordinador de jueces del sistema acusatorio adversario. 

“El trabajo del juez es prácticamente decir el derecho, pero atrás de ello hay todo un camino de preparación, capacitación e incluso análisis del entorno y problemática social”, agregó. 

Sin embargo se tiene una idea muy distorsionada de la labor de un juez, se le ve como el malo de la película, sobre todo en aquellos casos de impacto social, porque en muchas ocasiones, por las decisiones que toma, es criticado y juzgado. 

Aseveró que se pierde de vista que también implica un trabajo de otras instancias, las cuales deben dar el sustento para un fallo equilibrado y justo. 

El reto de la labor jurisdiccional es muy grande, pues se requieren ciertos perfiles, valores y principios, y es que explicó que se requiere una actuación honesta, honrada, además de rectitud y honorabilidad, cualidades que consideró difíciles de encontrar. 

“En este momento, los principios fundamentales de honradez, honestidad, lo cumplen a cavilosas todos y cada uno. Hasta este momento no hemos visto un gesto o acto de corrupción en quienes desempeñamos la función como juez”. 

Entonces, Carrillo Rodríguez señaló que el reto para un juez es conservarse en ese perfil, ser inmunes a todo tipo de tentaciones. 

En ese particular, comentó que las tentaciones no únicamente tienen que ver con el dinero, sino con la actuación en el desempeño de sus atribuciones. 

“Un juez que no hace su tarea, que no cumple con sus labores y que no emite una resolución estrictamente apegado a derecho está siendo deshonesto, y la deshonestidad es un acto de corrupción”.

“Por eso la exigencia que se esté verificando que cada uno de los que integran el Poder Judicial cumplan con todas las exigencias”.

Nuevo Sistema de Justicia Penal 

Se tiene la cultura que quien comete un delito lo pague en la cárcel, esa ha sido siempre la mentalidad, sin embargo, ha quedado superada por la implementación del Sistema Penal Acusatorio. 

Explicó que este sistema contempla una serie de mecanismos e instrumentos o procedimientos que puede llegar a la conclusión de un proceso sin que se llegue a juicio y sin dictar una sentencia. 

Esto, dijo, al Poder Judicial le ha costado mucho, porque va contra lo que tradicionalmente se quería. Sin embargo ya se ha logrado cierra penetración en la sociedad, “pero falta mucho por hacer”. 

En el acuerdo reparatorio, por ejemplo, en delito patrimonial, donde no fue utiliza la violencia, las partes pueden llegar a un convenio que consiste en que la persona que cometió el delito si no ha celebrado otros acuerdos, puede negociar con la víctima el pago de la reparación del daño. 

En justicia alternativa viene un factor más profundo, que incluso ha dado margen que en el estado de Durango se tenga el Centro de Justicia Alternativa.

Sandra Mireya Pacheco Cortes, juez cuarto de lo familiar, resaltó que ahora sí se tiene aún más participación de las mujeres en el ámbito jurisdiccional. 

Resaltó que es sumamente difícil llegar ahí, pues se requiere experiencia y conocimiento en todas las materias, aunque a lo largo del tiempo y carrera se va tomando especialización. 

“Hoy en día las mujeres vamos avanzando poco a poco, aquí en el estado somos la mayoría no solamente las que tomamos la decisión sí del personal en todas las índoles”. 

Destacó entonces, de 73 jueces en el estado, aproximadamente el 35 por ciento corresponde a mujeres. 

Reiteró que se ha avanzado, a tal grado que están a la par de cualquier hombre. 

“El hecho de ser mujeres, de ser madres, detener esa característica, que podemos trabajar en bien de la sociedad que conocemos la matriz de la familia, que sabemos las necesidades y todo”.

En su caso, dijo, como juzgadora siempre vela por las mejores condiciones de cada una de las familias, “estos no son papeles, esto es una familia”.

En ese particular mencionó que en su caso tiene que velar por los niños que se incluyen en la familia. 

Pacheco Cortes refirió que de un tiempo a la fecha si ha cambiado la inclusión de las mujeres. 

“Para mí fueron muchísimos años para estar sentada en donde estoy”.

Reconoció que ha sido difícil este camino, pero afortunadamente ya se tiene el apoyo de los Mismos hombres y el mismo sistema, pues se da apertura a oportunidades por igualdad de género.

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