“Mi vocación me vino del cielo”: Héctor Alfonso Ramírez

Juan Carlos Chávez

Proveniente de una familia muy católica, en donde la fe y la vida espiritual era muy intensa, lo cual le pareció de los más normal durante su niñez, Héctor Alfonso Ramírez Sáenz se formó en un colegio católico, acostumbrado a rezar, acudir a la iglesia y a amar todo lo que la iglesia representa, la liturgia, la formación, las oraciones y todo lo que se relacionaba con la vida eclesiástica, desde temprana edad perteneció a grupos juveniles en Durango, ya que desde a los 11 años sintió la primera inclinación hacia el sacerdocio, sin embargo sus padres consideraron que era aun no estaba preparado para ir al seminario menor, por lo que la familia decidió dejar pasar un tiempo.

Recuerda que cursó el bachillerato sin sentir una fuerza muy grande hacia la vocación, aunque después de años lo constató, solo que en ese entonces no estaba muy despierta, posteriormente se trasladó a la ciudad de Monterrey a estudiar al Instituto Tecnológico, en donde concluyó la carrera de Comercio Internacional, de ahí viajó a Colombia, en donde pasó dos años como misionero, sin pensar aún en ser sacerdote, pues inclusive tenía una novia de este estado con la que se pensaba casar, no obstante, al término de este periodo consideró que Dios le pedía más entrega, de ahí se traslada a Italia, con la intención de aprender otro idioma que le sirviera en su profesión, y ya estando en Roma se da cuenta que tiene una vocación sacerdotal e ingresa a un seminario, de ahí pasó 23 años en Europa.

El padre Ramírez detalla que estuvo cuatro años en Italia, 15 en España, cuatro en Portugal y actualmente como misionero en todo el mundo, señala que al estar en el Santuario de Fátima, en Portugal, como capellán, descubrió un mensaje muy profundo, muy importante y acorde a los nuevos tiempos que vive la iglesias y la humanidad en general, sintió que debía llevar el mensaje de Dios por todo el mundo, y es precisamente lo que hace, a través del movimiento Mater Fátima para el Mundo, el cual tiene tres años de vida y que tiene presencia en mas de 60 países, entre los logros principales es haber hecho tres Rosario a nivel mundial y 18 apostolados, por lo que considera que su vocación llegó del cielo y la piensa llevar a todos los rincones del cielo, por lo que,  ante esta destacada trayectoria, el periódico Victoria de Durango le hace un merecido reconocimiento al padre Héctor Alfonso Ramírez Sáenz.

 

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