Este viernes en la ciudad de Peshawar, en el noreste de Pakistán, se registró un atentado suicida en una mezquita chií mientras los fieles realizaban sus oraciones. El ataque dejó al menos 56 muertos y 194 personas heridas, la mayoría de ellas en estado crítico, según información de fuentes del hospital Lady Reading.
Elementos de seguridad informaron que dos hombres armados que llegaron a las inmediaciones de la mezquita en una motocicleta abrieron fuego cuando fueron detenidos por la policía, antes de que uno de ellos entrara por la fuerza en una sala abarrotada y detonara su chaleco con explosivos.
El destino del segundo atacante sigue sin estar claro y las autoridades siguen determinando si también entró en la mezquita antes de la explosión.
El incidente ha sido considerado como uno de los más mortíferos de los últimos años contra la minoría chií de Pakistán, que desde hace tiempo está en el punto de mira de los militantes islamistas suníes, entre ellos el Estado Islámico y Tehreek-e-Taliban Pakistan, también conocidos como talibanes paquistaníes.
Hasta el momento ningún grupo ha reivindicado la autoría del atentado.