Luego de tres años la ONG belga Corvia recibió finalmente autorización para abrir el primer buzón para dejar a recién nacidos de forma anónima en Bruselas.
La instalación de estas pequeñas cabinas para dejar bebés se hace con la intención de evitar más abandonos a la intemperie de los menores.
Sin embargo, las personas que dejen a los infantes en estos buzones tendrán que recoger una pieza única de un rompecabezas, y con esa pieza podrán identificar a su hijo en un futuro, si es que así lo desean. Además, tiene la opción de dejar sus datos.
Al cerrarse la puerta, esta se bloqueará de manera permanente.
Una alarma notificará a el responsable de la ONG, quien tomará al bebé para luego llevarlo a un médico para revisar el estado de salud del recién nacido y posteriormente se dará aviso a las autoridades.