Lamentablemente, el daño cerebral permanente es una de las complicaciones graves más frecuentes que afectan a los recién nacidos.
Durante su crecimiento los bebes que tuvieron daño cerebral al nacer pueden presentar trastornos neurológicos como parálisis cerebral, epilepsia o problemas en la salud cognitiva que se extienden durante toda la vida.
La buena noticia es que se está desarrollando un método capaz de detectar y reparar automáticamente biomarcadores del daño cerebral hipóxico-isquémico en neonatos.
Este método se está desarrollando en la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda.
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