Rescatistas encontraron el auto donde se encontraban los restos de Olga Choz, de 38 años, y de su hija Hellen Mejía, de 14, en Villa Nueva, Guatemala.
El hallazgo de los cuerpos sin vida cierra una historia que comenzó cuando el vehículo en que iba la familia Mejía Choz, cayó en un gigantesco socavón que se abrió en medio de la carretera en Villa Nueva, lugar en donde los rescatistas pudieron rescatar a cuatro personas aún con vida.
Momentos después de la tragedia, familiares de las occisas se hicieron presentes en el lugar indicando que Olga y su hija Hellen se encontraban dentro de las gigantescas cavernas.
Una mujer identificada como Santa Chay insistía a las autoridades que uno de los sobrevivientes era su hermano Adolfo Mejía y que él dijo que en el hueco había quedado enterradas su esposa e hija.
El padre de familia relató que su hija Hellen le pidió auxilio pero que la perdió junto a su esposa Olga.
A pesar de que bomberos intentaron realizar el rastreo en el huevo de aproximadamente 15 metros de profundidad, no las encontraron. La lluvia dificultó la labor y los deslizamientos de tierra hacían casi imposible dar con la madre e hija.
Con el pasar de los días, la maquinaria seguía parada, por lo que la desesperación se apoderó de la familia que exigía que encontraran los cuerpos y que no se moverían de ahí hasta que aparecieran.
Sin embargo, con el hallazgo de los cadáveres concluyó la esperanza de que todavía podrían encontrar con vida a Olga y a su hija.
Los familiares de la menor contaron que tenía todo listo para celebrar sus XV años.
