Las fiestas masivas de música electrónica populares en todo el mundo y conocidas como “raves” no son del agrado de la primer ministro italiana Giorgia Meloni quien ha sido tildada continuamente de “ultraderechista”.
La primer ministro presentó un decreto de ley en el cual pretende dar hasta seis años de cárcel, multas de entre 1,000 y 10,000 euros, así como la posibilidad de intervenir comunicaciones a quienes organicen y acudan a“raves”.
La oposición ha mostrado un claro rechazo a las políticas “ultraconservadoras” de Meloni quien defiende su iniciativa llamada “Se terminó la fiesta”.

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