La historia fue compartida en redes sociales para que la gente tome conciencia y se cuide.
Joe Lewinger, de 42 años, comenzó a tener síntomas de Covid-19, tenía fiebre, pero nada causaba preocupación por su edad y porque no tenía enfermedades que pudieran complicarlo.
Los problemas respiratorios iniciaron, por lo que fue internado en un hospital.
Esto, lejos de su esposa y de sus tres hijos.
La familia, que vivía en Nueva York, pudo seguir en contacto con Joe a través de un teléfono celular, al cual le llamaban y hacian videoconferencias para ver cómo seguía.
La salud de Joe fue deteriorándose poco a poco.
Maura le decía que toda su familia iba a necesitarlo, y “le agradecí por ser el esposo más increíble, por hacerme sentir valorada y amada todos los días”.
Aunque ella no podía estar en el hospital a su lado, pudo estar con él mientras moría a través de una videollamada en la que le cantó la canción de su boda.