Al menos en España, los profesionales de salud se han declarado emocionalmente cansados. Están al límite. No sólo ganan muy poco con respecto a sus colegas de otros países sino que, además, trabajan en muy malas condiciones.
Y es que la crisis del coronavirus ha puesto en primer plano una realidad que estaba latente, como demuestran los resultados de una encuesta sobre la situación de esta profesión en nuestro país, que han impulsado el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos y la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos.
Según los resultados, más de un tercio de los facultativos españoles (un 35,3%) se encuentra insatisfecho con el ejercicio de su profesión. Las razones principales de su insatisfacción son la carga laboral/asistencial (65,2%) y el nivel de exigencia (32,9%). Además, una amplia mayoría (el 55,7%) se siente emocionalmente cansado, y el 43,6% declara haber tenido problemas de conciliación de la vida laboral y personal y ha tenido que utilizar diferentes opciones para hacer frente a dichos problemas. Las más utilizadas han sido la reducción de jornada (13,1%) y el permiso sin sueldo (10%).
El sondeo, la sexta oleada ya, ha registrado un récord de participación con 19.641 casos con respuestas de 52 colegios y 48 especialidades distintas, destacando de forma especial Medicina de Familia y Pediatría. Los datos revelan que la temporalidad del sistema sanitario público afecta a más del 36% de los facultativos, y que la mayoría de los MIR (un 65,2%) realiza cinco o seis guardias al mes y sólo el 47,7% libra siempre después de la guardia.
