Miah Cerrillo, la menor de 11 años que logró sobrevivir al tiroteo que se registró en Uvalde, Texas, reclamó al Congreso de Estados Unidos seguridad en las escuelas y describió que vivió una pesadilla cuando tuvo que cubrirse con la sangre de su mejor amiga para hacerse la muerte y salvar su vida.
Un video en el que aparecía la menor fue proyectado durante una reunión de la Cámara Baja de EE.UU., ante el que testificaron otras víctimas del tiroteo de Uvalde, en la cual perdieron la vida 19 alumnos y dos profesores, así como la víctima del ataque racista en Buffalo, Nueva York, que asesinó a 10 personas afroamericanas.
En el video Cerrillo relató cómo había estado viendo una película con sus compañeros cuando una de sus profesoras recibió un correo electrónico y se precipitó a cerrar con llave la puerta de la clase, al mismo tiempo que pedía a sus alumnos que se escondieran detrás de las mochilas y de su escritorio.
El agresor, armado con un rifle de asalto AR-15, disparó contra la profesora de Cerrillo, y logró darle en la cabeza.
La niña comentó que el tirador entró diciendo, “buenas noches”, y luego comenzó a disparar a los estudiantes y a un pizarrón de color blanco.
Luego, fue hacia el cuerpo de la maestra y tomó su teléfono celular para llamar al 911, el número de emergencias.
La persona que entrevistó a la menor sobre estos hechos, la cuestionó sobre qué quería ahora, después de haber sido testigo de un tiroteo, a lo que la niña respondió, “tener seguridad”.
Cuando su padre le preguntó si se sentía en la escuela, la menor negó con la cabeza y declaró, “no quiero que vuelva a suceder”.
Miguel Cerrillo, el padre de la menor, testificó en persona ante el comité, y entre lagrimas, pidió a los legisladores estadounidenses que implementen cambios no solo por los niños de Uvalde, sino para que algo tan terrible no ocurra nuevamente.