Hace unas semanas, el Ministerio de Agricultura de China anunció que perros y gatos habían dejado de ser considerados ganado y que, por tanto, se prohibía su cría en las granjas para su consumo humano.
Esta noticia fue celebrada por las múltiples organizaciones animalistas, sin embargo no está siendo cumplida al 100 por ciento.
Y es que alrededor de 700 gatos fueron rescatados recientemente en el norte de China por una asociación local. Los felinos fueron robados por traficantes de animales e iban a ser vendidos a varios restaurantes para su consumo.
Esta situación que se hubiera dado durante estas semanas de no haber sido por Li, una ciudadana que grabó lo que estaba ocurriendo en el patio trasero de un hotel de la zona. Allí, hacinados en jaulas oxidadas, quejían de dolor más de medio millar de mininos.
Tras ver lo que estaba ocurriendo, Linfen Small Animal Rescue, un grupo animalista, liberó a los 700 gatos que estaban encerrados en las jaulas con la ayuda de las autoridades.
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