Este lunes un grupo de abogados y periodistas denunciaron a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) y a su entonces director, Mike Pompeo, a quienes acusan por haber escuchado sus conversaciones durante las visitas al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mientras estaba asilado en la Embajada de Ecuador en Londres.
Richard Roth, uno de los abogados de Assange, denunció “en nombre de varias personas que fueron a la Embajada ecuatoriana para visitar a Julian Assange y, sin que ellos lo supieran, todos sus equipos fueron fotografiados y sus conversaciones fueron grabadas por una empresa bajo la dirección de Mike Pompeo”.
El activista de 51 años, continúa en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en Londres, mientras que se resuelve su apelación contra su entrega a Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses acusan al australiano de una veintena de delitos por las informaciones y documentos que filtró en su portal WikiLeaks, en los que expuso los abusos cometidos por las tropas estadounidenses en las guerras de Irak y Afganistán.