Autoridades de Filipinas informaron que el tifón Rai dejó al menos 375 víctimas mortales, luego de que la tormenta golpeara el país el pasado jueves.
La Cruz Roja describió las escenas como “una carnicería”.
Se dio a conocer que uno de los lugares más afectados es la isla de Siargao, en el sureste del archipiélago, que ha quedado casi completamente desconectada de los operativos de rescate debido a la devastación.
Muchas zonas se han quedado sin electricidad, incomunicadas y con muy poca agua potable.
Por lo que miles de socorristas fueron desplegados para asistir en los operativos de rescate.
Unas 400 mil personas tuvieron que abandonar sus casas y residencias en las áreas costeras, cuando el tifón golpeó la costa.
Se teme que las inundaciones y los desplazamientos hayan cobrado muchas más vidas.
En los lugares más afectados se han desplazado miles de efectivos del ejercito, la guardia costera y los bomberos para asistir con el rescate, así como aeronaves militares y embarcaciones de la marina.
Sin embargo, la tarea se ha complicado en algunos lugares que han quedado prácticamente aislados por las dificultades logísticas de llegar a ellos.
El tifón Rai fue considerado como el más fuerte del año y llegó al final de la temporada de tormentas.
