🖊Opinión | Administración municipal, un año para el olvido

El pasado viernes por la mañana, el alcalde de la capital, Jorge Salum del Palacio intentó estar presente –de manera virtual- y encabezar la sesión ordinaria de Cabildo, sin embargo, su estado de salud se lo impidió, a pesar de que se quiera “hacer fuerte” aún no se recupera del todo, durante los pocos minutos que permaneció “en línea” se le pudo ver agitado, le faltaba el aire  la hora de hablar, por lo que de manera atinada, optó por retirarse a seguir su proceso de recuperación en el centro hospitalario de la Ciudad de México.

Es evidente que Jorge Salum requiere de más días de reposo para restablecerse del todo, para él no debe de correr ninguna prisa, la salud es lo primero, no hay necesidad de que se exponga a una recaída, ahora, además de la situación que se vive debido a la pandemia del Coronavirus en la administración municipal, hay que agregar “la baja temporal” del alcalde, algo que a querer y no, retrasa los planes y proyectos de este 2020, son ya tres meses de trabajar prácticamente a medio motor y según se ve, esta contingencia sanitaria no tiene para cuando, los casos desafortunadamente siguen al alza y los ciudadanos siguen sin tomar en serio la necesidad de moverse lo menos que les sea posible, a esto hay que agregar la necesidad económica que se empieza a sentir, negocios de todo tipo y tamaño siguen cerrando, algunas empresas ya no soportaron más el estar pagando a sus trabajadores sin obtener ganancias y les han tenido que dar las gracias.

A poco menos de dos meses de que se cumpla un año de administración municipal, a Jorge Salum no le han salido las cosas, de inicio se encontró con un Ayuntamiento endeudado, con la presión de proveedores que por cierto, aun están a la espera de que les paguen las facturas por sus servicios desde hace más de un año, o en ocasiones más, encontró también una gran cantidad de personas sin funciones específicas, a las cuales no se ha podido despedir  por la falta de dinero para las liquidaciones, es decir que en muchos de los casos se trabaja con personal afín al pasado, algo nada recomendable y que generalmente no se hace, pero hoy tiene que ser así.

Por si esto  o fuera poco, desde inicios de marzo empezó esta contingencia sanitaria, a lo cual se le ha tenido que dedicar, trabajo, dinero y esfuerzo, las protestas de los comerciantes tiene como blanco principal al municipio, la falta de apoyos de todo tipo es un reclamo diario, si bien el desfile de organizaciones sociales se pudo controlar, todo lo, que sucede o deje de suceder con relación  a la pandemia detona en el Ayuntamiento, inclusive el escándalo de los créditos que otorgó la administración estatal le costó al alcalde una posición en sus direcciones, una buena parte de la ciudadanía culpa al municipio por la alta movilidad que ha provocado que los contagios no cesen, cuando los responsables directos somos cada uno de nosotros, algo que no se ha querido entender, pero mientras, hay que echarle la culpa a alguien, y para rematar todo esto, al presidente municipal le sube la presión súbitamente, hecho que por no dase a conocer de manera adecuada y oportuna causó bastante confusión en su momento, inclusive las especulaciones sobre la salud el alcalde continúan a pesar de que se informa  a diario sobre su estado de salud, con este panorama nada halagador se está por llegar al primer año de mandato Constitucional, es evidente que Jorge Salum esperaba un camino difícil, pero esto ya superó cualquier pronóstico, por negativo que fuera.

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