
- Autor: Periódico Victoria
- Escrito el: 12 julio, 2020
- Categoría: Opinión
🖊Opinión | El que la haga, que la pague
Sorprendió la denuncia que hiciera el presidente municipal Jorge Salum por el uso indebido de catorce millones de pesos por la administración municipal anterior, solo en un año de ejercicio, faltarían investigarse otros dos años, el monto podría aumentar.
El anterior sistema político establecía como norma no escrita, el que el gobernante que entraba, tapaba los hoyos del que salía, así fueran de partidos diferentes, ahora que si eran de los mismos partidos, no solo pavimentaban su salida, sino que le mantenían las puertas de la corrupción abiertas para gente cercana al saliente. Finalmente, eran de la misma familia.
El Alcalde Jorge Salum del Palacio, de forma sorpresiva, y quizá presionado incluso por las Redes Sociales, decide interponer esta demanda. Quizá es parte de su estrategia de gobierno, pasar a la historia como el alcalde que inicia un modelo en el que no se tolere la corrupción anterior, pero tampoco se debe tolerar la propia si es que hay.
El alcalde también debe, a nuestro juicio, responder a los señalamientos de las Redes Sociales. Se habla de una de una funcionaria de nombre Minka Patricia Hernández, señalada de que su esposo, facturó cerca de siete millones de pesos por haber impartido cursos que nunca existieron. Si bien no hay acusaciones formales, esto se ventila a nivel público y merece una explicación satisfactoria a la sociedad.
Por cierto, el ex alcalde José Ramón Enríquez no es culpable de nada, se hizo una denuncia que amerita investigación, tendrá que explicar todo, negar lo que no es cierto, admitir lo que si es. También, le asiste el derecho de contra demandar por difamación. La pelota está en la cancha de las autoridades correspondientes, aún falta mucho camino en este escabroso asunto. En todo caso, “el que la hizo, que la pague” y “Los que la hacen, la tendrán que pagar.
Creemos que, a partir de la denuncia del alcalde, se puede generar una tendencia anticorrupción muy sana tanto para gobernantes como para gobernados. Generarse la cultura de la denuncia pública, a partir de allí, la investigación formal, para dar respuesta a los reclamos ciudadanos. Sabemos que habrá quien intente manchar el nombre y la honra de gente decente, también hay recursos para acallar a los especialistas en el vituperio.
En Redes aparecen señalamientos concretos por personas que dan la cara, la UJED es una de las señaladas por haber –supuestamente- incorporado en la nómina, como maestros de tiempo completo, a altos funcionarios del gobierno del estado, incluso de la administración municipal anterior se señala que aparecen en nómina como aviadores.
Tambien la Máxima Casa de Estudios tiene señalamientos de haber aceptado maestros y familiares de los directores sin tener méritos ni derecho, abultando las nóminas. Es necesarios se de una explicación a la comunidad universitaria, pero también a la sociedad, porque finalmente, es a la sociedad a quien le afecta.
Las respuestas deben de ser inmediatas, porque cuando se tardan semanas o meses, se generan muchas suspicacias y la imagen se deteriora.
Creo que en todas las instituciones se deben crear instancias de verificación y transparencia en las que se incorporen ciudadanos honorables ajenos a los grupos de interés. Usted cree que se haga, nosotros tampoco. O no.