
- Autor: Periódico Victoria
- Escrito el: 12 mayo, 2020
- Categoría: Opinión
🖊Opinión | La Guardia Imperial de AMLO
Parece que fue ayer cuando el morenismo encabezado por Andrés Manuel López Obrador impulsó una fuerte campaña contra el proyecto de la Ley de Seguridad Interior; el eslogan que usaban era “No a la militarización del país” con el argumento de que desde que el Ejército estaba en las calles el número de civiles muertos había aumentado.
Vimos entonces a los líderes de Morena de todos los niveles, desde el mismo AMLO hasta Noroña, pasando por Manuel Bartlett y Mario Delgado, publicando sus fotos con el cartel en color rojo que tenía en el centro la silueta de un soldado en un círculo cruzado por una línea y la consigna “Detengamos la Ley de Seguridad Interior”.
Entonces hicieron veladas, plantones afuera de instalaciones militares, cientos de discursos incendiarios, publicaciones en redes sociales y otras expresiones condenando que se pudiera usar a la milicia en tareas de seguridad.
Ya siendo presidente, López Obrador anunció su intención de establecer la Guardia Nacional conformada con efectivos del Ejército y la Marina, las críticas lo hicieron suavizar un poco, incluir a policías federales y prácticamente se le obligó a que esta guardia tuviera un mando civil. Lo cual era una vacilada porque el mando operativo iba a seguir siendo militar y se reportaría con la Secretaría de la Defensa Nacional.
Ya aquello era una traición a los principios de no militarización; los partidos de oposición cedieron bajo el argumento de que “le daremos su guardia y todo lo que necesite para su proyecto de seguridad y que luego no ponga de pretexto que se le pusieron obstáculos”.
Hoy todos aquellos morenistas guardan un asombroso silencio; algunos tratan de dar justificaciones con sus conocidas piruetas y desde luego no falta quienes aplauden lo que indique el dedito supremo, sin importar que sea diametralmente opuesto a lo que decía hasta hace poco.
AMLO declaraba y tuiteaba que “El militarismo no es la solución” pero ahora que su proyecto de seguridad, incluida su guardia pretoriana, ha sido un monumental fracaso, ha optado por la fórmula que antes criticaba, ordenar la militarización. Pero esta vez de manera más burda, más autoritaria que lo que se intentaba hacer mediante la Ley de Seguridad Interior. Para López ha bastado un edicto imperial.
¿Y el crecimiento?
Esta situación ocurre justo cuando el presidente está siendo exhibido por sus dramáticos cambios de discurso, pero como en la liturgia oficial, él nunca se equivoca, se alude a su infalibilidad pontificia para intentar justificar con mil inútiles maromas, que en otro tiempo, cuando los responsables de la economía eran otros, criticaba la falta de crecimiento económico.
Decía entonces “Vamos a buscar que haya crecimiento porque estoy convencido de que si no hay crecimiento no hay empleos, si no hay empleos no hay bienestar, si no hay bienestar no hay paz, no hay tranquilidad. Esto que estamos viviendo en México se ha originado en buena medida además de la corrupción, por la falta de crecimiento”.
Hoy también este discurso ha cambiado y sin ninguna pena, como si nadie recordara cuando criticaba, atacaba y descalificaba a quienes tenían logros reducidos. Hoy cuando él no tiene ni siquiera logros reducidos, cuando tiene un total fracaso en su política económica, dice que “El crecimiento económico no es un factor decisivo para el bienestar del pueblo ¿de que sirvió el crecimiento? lo lógico sería que si hay crecimiento y hay generación de empleo y haya buenos salarios y tiene que haber menos delincuencia”.
Así de radical, pero sus aplaudidores parecen no darse cuenta. Aplauden de todas formas.
Para la legión de la que hablaba el maestro Umberto Eco, es más fácil decir que hay un complot golpista; que las fuerzas de mal se unen para derrocar a Su Alteza Serenísima, que se han confabulado periódicos como The New York Times, The Wall Street Journal, el País, Reforma, El Universal y otros, con los detractores de la 4T y ahora hasta con la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Aparte
Para quienes siguen dando maromas diciendo que el presidente López no dijo lo que dijo, que se sacaron de contexto sus palabras, que él no quería ofender a los médicos, hagan el refabron cabor de pararale a esa maroma; es imposible. López sí lo dijo, muy claro, muy entendible, en un contexto que no requiere de interpretaciones. Dijo: “Antes los médicos sólo buscaban enriquecerse. Llegaba el paciente, ¿qué tienes? –le preguntaban. Me duele acá doctor –respondía. No, qué tienes de bienes”.
No sean, no se hagan y no nos quieran hacer…