🖊Opinión | Los radicales de la 4T podrían ganar

“La democracia es el menos malo de los sistemas políticos”

Winston Churchill.

Hace tiempo, comenzaba el 2019, un fanático de la cuarta a quien respeto mucho me dijo en corto que las elecciones serían, casi casi, una cosa del pasado, que la gente ya no acudiría a votar en abundancia porque, simplemente, no vería sentido alguno en cambiar la utopía en que vivirían… No habrá necesidad de fraudes porque, a fin de cuentas, todos votarían igual, ¿quién querría salir del paraíso lopezobradorista?

Creo que ya no soy amigo de aquel fanático, frecuentemente me llama golpista y caí de su gracia aunque yo sigo admirando sus logros políticos, pero eso sí, me aterra que sus ideas se vuelvan, en algún momento, realidades impuestas para todos.

Muchos de los dogmáticos de la cuarta, de los radicales, piensan que las elecciones deberían de achicarse en demasía, apuestan a la imposición de un régimen de democracia simulada como el cubano o el venezolano o el de la antigua Unión Soviética pero, ahora sí, “bien hecho”, “indestructible” y “redentor”.

La mayoría de ellos no es que apuesten al totalitarismo, no es que sean malas personas sino que, más bien, son soñadores inapelables que verdaderamente creen que la democracia institucional, basada en la técnica y en la ciencia, no funciona y que, en su lugar, debe de cambiarse por una especie de monarquía y sumisión a los designios del amado líder.

El dogma no acepta jamás argumento en contra, los fanáticos son ciegos a todo, una secta y son también, para desgracia de nuestra democracia, una mayoría importante en el gobierno.

Quienes apostamos a la libertad, no podemos tolerar la censura más allá de los límites que impone el sentido común.

Hoy día, bajo el manto de las libertades democráticas, se reproducen argumentos para destruir esas mismas libertades y ese mismo régimen democrático. Seamos más visuales: imagine usted a una serpiente devorándose a sí misma… Al final, como la serpiente, terminaremos, todos, más jodidos.

No nos equivoquemos, golpeteos como los que vimos en la Cámara de Diputados en el marco de la elección de consejeros del INE, con la intención de imponer radicalismos, ni son ocurrencias ni vienen, tampoco, de “minorías” políticas.

Existe, claramente, un plan coordinado para dar golpes fulminantes a la democracia que vivíamos e imponernos, a cambio, un régimen que erosiona, poco a poco, las libertades que “estorben” al nuevo régimen.

La libertad debe defenderse con más libertad, no existe en el discurso acartonado de los políticos de oposición ninguna empatía a lo que sufren millones de ciudadanos…

Necesitamos más creatividad y menos indignación.

DE COLOFÓN. Ayer miércoles, el presidente “regañó” a Mario Delgado y a Ricardo Monreal, ante el reclamo por no convertir en realidad jurídica sus deseos, una horda de bots de baja calaña comenzaron a atacarlos, les llamaron traidores y lograron posicionar la tendencia en las redes.

Cosa curiosa, muchos de estos bots son los mismos que, también, hicieron tendencia “veneno embotellado” para lamer las suelas de López-Gatell y mostrar su eterna genuflexión a López. ¿Quién los está financiando?

@LuisCardenasMX

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