La pandemia no solamente vino como anillo al dedo al Señor Presidente de la República para consolidar su capital social con los programas del Bienestar o sus obras sello al asegurar su continuidad, sino a otros actores políticos para levantar la mano, darse a conocer y posicionarse rumbo al futuro electoral que viene.
Llama la atención que en los últimos días se configuró la primera alianza electoral conformada por dos personajes que representan amarres y capital social, me refiero a la dupla compuesta por Nacho Aguado y Christian Salazar.
Quizá usted se preguntará, ¿qué de interesante se le puede encontrar a estos dos sujetos que no han tenido una trayectoria sobresaliente en política? Veamos:
Nacho Aguado ha venido construyendo capital político a partir de la sociedad civil, desde que abanderó la lucha independiente, sumó activos importantes de la clase media y alta; por su parte, Salazar Mercado, heredó el liderazgo social de su señor padre, don Juan Salazar y su presencia en territorio.
Salazar, además de estar a cargo de la dirigencia de un sindicato de taxis, indispensables para la movilización de votantes el día de la jornada electoral, representa a la confederación obrera de la 4T y por ende, el voto corporativo también ayuda al momento de ingresar a un proceso electoral, porque se cuenta con la estructura para la cobertura de la representación en las casillas.
Como diría Jorge Castañeda, tanto Nachito como Christian tienen “amarres perros”. Aguado tiene el padrinazgo de Marcelo Ebrard, que actualmente es el hombre de las confianzas del Señor Presidente de la República; por el lado de Salazar, tiene cercanía con Pedro Haces Barba, quien a su vez, su vínculo es Ricardo Monreal, quien maneja el Senado cual si se tratase de un teatro guiñol.
Además, de todos es sabido que Pedro Haces impulsó la creación de un nuevo partido político, denominado Fuerza Social por México, de manera que se pudiera pensar que los hombres en mención ya tienen amarradas las candidaturas; sin embargo, de pronto Nacho Aguado apareció entregando despensas con Sergio Torrecillas, activo importante de Redes Sociales Progresistas, organización que también se perfila a ser partido político nacional.
Si bien los partidos de nueva creación tienen la restricción legal de formar coaliciones electorales en sus primeros comicios, nada los detiene para realizar coaliciones de facto y ayudarse mutuamente.
Por eso lo llamativo de esta dupla, no tanto por la entrega masiva de despensas y el posicionamiento que puedan adquirir con la gente que se ha visto por los efectos económicos del Covid-19, sino porque son cuadros distintos, no son los mismos de siempre que aparecen en cada elección; ahora solo habrá que ver hasta dónde llegan luego de que las cosas vuelvan a su normalidad y se reconfigure el tablero de la política.