Por Armando Castro
La salida intempestiva del diputado Joel Corral de la Jucopo tiene tintes de deslinde del nuevo comité directivo estatal del PAN del grupo aispurista, que están en ojo del huracán por innumerables casos de corrupción.
El nuevo grupo del PAN que maneja las decisiones en el CDE blanquiazul llegan con la presión de limpiar la casa y lo que huela a Aispuro.
Con un nuevo dirigente estatal los acuerdos políticos con los legisladores hasta de su misma fracción entró en una etapa de parálisis pues no hubo acuerdos que prosperaran.
Hasta el último momento el diputado Joel Corral trató de llevar una relación tersa con una dirigencia del PAN qué transita con otros intereses y nada quiere del pasado.
Ese tipo de decisiones que de alguna manera tocan la gobernabilidad de Congreso, se tiene que haber platicado con el jefe político del estado, Esteban Villegas.
Si se dio el cambio en el Congreso fue porque el gobernador aceptó y punto y aparte.
Lo que sigue es que el diputado Alejandro Mojica se meta de lleno a resolver el tema de rezago legislativo y mejorar el renglón financiero que anda por los suelos pues mes por mes sufren las de Caín para cumplir con sus compromisos.
En fin, llegan nuevos aires al Congreso; habrá que ver si hay la capacidad para acordar con las demás fracciones políticas representadas en el Congreso estatal.
Infinidad de veces a la hora de buscar acuerdos con las demás bancadas se distanciaban y ponían trabas pues siempre se le catalogó como echará política del ex gobernado, José Aispuro.
En el caso del diputado panista Londres Botello, pariente directo de quien gobernó el estado es harina de otro costal, poco aporta al trabajo legislativo.
Así las cosas en el Congreso que han perdido más tiempo en los cambios de la junta de coordinación política que en destrabar el entuerto legislativo.
A partir de ayer hay un nuevo líder; lo que sigue: esperar los cambios.