Opinión | Bienvenidos al circo “La ballena”

Un hecho lamentable por la pérdida de vidas humanas, por el dolor que éstas dejan en sus familiares y principalmente porque es reflejo de que a alguien ha dejado de hacer su trabajo, para el que fue contratado, nos dañó como mexicanos.

Si bien, no se puede culpar directamente a López Obrador, indirectamente lo es por el simple hecho de mantener entre sus filas a personajes que, incluso se mantuvieron en el exilio por años; aunque bien dicen que no existe el delito de portación de amigos indeseados.

Y a qué viene lo de los amigos indeseados… Pues a que tanto Ebrard, Sheimbaum, Delgado, operadores muy cercanos en la Cuarta Transformación, debieran, por dignidad, no renunciar, si no lo desean hacer, pero sí alejarse para que las investigaciones no se vayan a contaminar. 

En la cuatro te, dicen que no es necesario porque se va a llegar a las últimas consecuencias y va a tener que caer quien deba de caer sin importar quién sea. 

¿De verdad hay quién crea en ese argumento falaz? De verdad hay quién sigue pensando que porque San Andrés de las Causas Imposibles lo dice, va a suceder así a raja tabla. Desafortunadamente sí. Decenas, cientos, miles y millones, pero seguramente no ya los mismos que los llevaron a ser Gobierno.

Y digo que no va a suceder porque solamente hay que ver que sigue en las andanzas un toro por allá en Guerrero; que sigue haciendo de las suyas un fulano al que se le cayó el sistema hace décadas; que el señor de las ligas sigue por ahí operando en la era cuatroteriana; otra más que dice que ella sólo es la directora del Sistema de Transporte Colectivo Metro; que uno y que otro de obscura historia y triste memoria, siguen operando para llevar a buen puerto, la farsa popular de la “ Cuarta Transformación”.

No podemos soslayar que Morena, en su deporte favorito de ir en contra de todo, principalmente de todo aquello que trastoque sus intereses, evitó la conformación de una comisión investigadora del accidente de la línea 12.

Importante es también destacar que, en esas filas de próceres de la democracia, la honestidad, la transparencia, la honradez y todas las virtudes que usted quiera sumarle a las que cito; tenemos a la gran cantidad de abogados defensores que salieron, ipso facto, a plantar la idea de un “atentado”, y como en este caso no pudieron culpar a los corruptos de antes, pues enfilaron sus baterías a defender a los que son presuntos culpables.

Su defensa es, como siempre, irrisoria por lo estúpida que suena. Y es estúpida de parte de quienes se han vuelto más papistas que el Papa y más cristianos que Cristo; pero eso ya lo sabemos y no nos debe espantar tanto; sin embargo la que sí debe preocuparnos y ocuparnos, es una de las tantas que surgieron de personajes activos de la cuatro te.

Sí. Adivinó, y no creo que le haya costado trabajo adivinar a quién me refiero, pues allende nuestras fronteras, se han enterado de la, usted perdone, pendejada más grande que mis oídos han escuchado de una persona que, queramos o no, nos representa, como Entidad, en la Cámara Alta.

Mire que decir que “gente perversa pudo haber movido la ballena” que se desplomó, es de alguien que, o tiene poca conciencia de la realidad, o que se la pasa viendo películas “jolivudenses”, de esas en donde un solo wey, con una Bereta 9mm y un cuerno de chivo, a los que por cierto nunca se les acaban los proyectiles, pueden salvar al planeta.

Alguien explíquele a la Senadora, que ni en las chaquetitas mentales de las que habla Alex Lora, alguien podría mover, así como se lo hicieron creer, unos armatostes de más de 200 toneladas. Alguien explíquele que solamente dos factores son los que pueden ir menguando la fortaleza de ese tipo de infraestructura: un movimiento telúrico de gran magnitud y/o los movimientos naturales que son ocasionados diariamente por el movimiento del paso de los convoyes del metro y que por ello se requiere el mantenimiento que le han negado.

Ahora que si nos queremos sentir como en España o en Francia o en San Petersburgo o en Bruselas, donde ahí sí, gentes desquiciadas y mentes perversas, colocan grandes cantidades de explosivos con el afán de hacer daño y lograr fines definidos; lo más cercano a eso, es cuando trataron de hacernos creer que les quieren hacer daño con un libro bomba que, como suele decirse en temporada de cuetes decembrinos, se le cebó y sólo salió un pinchurriento flamazo. 

Lo escribí en una colaboración anterior: Ustedes son parte de un circo en el que los payasos se cuentan sus chistes y y los payasos mismos se aplauden. Ese es el nivel de ¿Políticos? Que México no se merece. ¿Cree que ese es el nivel de “representantes” que los duranguenses merecemos? 

No le pido que hable con su almohada, porque sería un comentario igual de estúpido que el de la ballena; le pido que hable consigo misma y vea sí efectivamente, así como ustedes tanto pregonan sobre la historia que los habrá de juzgar, usted estará en un buen anaquel histórico.

No le pido que renuncie, porque su cargo es irrenunciable; usted podría solicitar, por dignidad, licencia, pero tampoco se lo pediré. Lo que sí puedo hacer es exigirle, y seguro que soy portavoz de muchos duranguenses, que se ponga a trabajar por Durango y deje de ser títere de una caterva de parásitos ambiciosos de poder que la mandan a defender lo indefendible y ni siquiera le dan argumentos con los que se pueda defender.

Al Alter lo mandé por unos tacuches de triplay, porque si le suelto el teclado, no sé cómo se hubiera puesto esto; ya ve que son más sensibles que miembros de la Generación Mazapán.

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