Durante todo este tiempo de contingencia sanitaria se han desbordado los intereses políticos y económicos que tratan de sacar algún tipo de provecho de esta situación, lo deseable es que hubiera habido, desde el inicio, una tregua y todos los esfuerzos se enfocaran a proteger la salud de los ciudadanos y no en construir escenarios artificiales para las elecciones de 2021.
Diversos gobernadores en la vía de los hechos se declararon en rebeldía y han asumido sus propios esquemas para manejar la pandemia y ejercer recursos extraordinariamente en sus estados, al grado tal, que algunos llegaron a dictar lineamientos, no solamente distintos a las directrices de la Organización Mundial de la Salud, sino también contrarios a la Constitución.
Las organizaciones empresariales acostumbradas a recibir en situaciones críticas, como con la epidemia de Influenza o el sismo, amplios privilegios fiscales y una derrama enorme e injustificada de recursos públicos que en muchos de los casos terminaban siendo manejados por empresas fantasmas creadas con esa finalidad para posteriormente desaparecerlos sin darle cuentas a nadie, decidieron enfrentarse al Presidente para forzarlo a que actuara como en el pasado, circunstancia que no ha sucedido y ciertamente, no sucederá.
Parte de la cúpula empresarial mexicana no ha entendido que López Obrador no es su empleado como los cinco presidentes anteriores, a él no lo pusieron ni le facilitaron la vía para llegar al poder, su mal cálculo radicó en que no tomaron en cuenta esa circunstancia, ya que cuando inició la pandemia creyeron que el Gobierno de la República iba a desviar miles de millones a través de ellos y de los gobiernos estatales como sucedía antes; por el contrario, la Secretaría de Hacienda empezó a requerirles a los grandes evasores fiscales que habían sido impunes los últimos 20 años que pagaran los impuestos que adeudan.
El país, después de que pasen los peores efectos del COVID 19 va a terminar totalmente polarizado entre la Cuarta Transformación y los grupos de interés que quieren recuperar los privilegios que tuvieron con el PRI y el PAN, como está siendo con “Sí por México” que ya les pidió que se pusieran de acuerdo para crear una coalición electoral; es obvio que quieren regresar a hacer los grandes negocios con el gobierno y desde el gobierno y es entendible en su lógica, ya que en los últimos años las administraciones gubernamentales lo que más producen son nuevos ricos.
En los últimos sexenios se formaron muchos grupos políticos y empresariales que evidentemente utilizaron en su beneficio el dinero público que manejaron desde cargos institucionales claves para los desvíos de recursos; eso es parte de los usos y costumbres políticos y empresariales que se están resistiendo a ser desplazados en esta nueva etapa del país y quieren regresar al poder por medio de una alianza de partidos que pone a temblar a la gente, los electores saben lo que el PRI y PAN son capaces de hacer cuando tienen el control del gobierno.
Los tiempos de crisis y de incertidumbre tienden a unir o a dividir, sacan lo peor o lo mejor de las personas, tienden a radicalizar las emociones o las ambiciones humanas y también muestran la calidad de los liderazgos políticos; la precampaña para la elección de 2021 se hizo durante la pandemia y los más desgastados serán todos aquellos que están simulando, que buscaron llamar la atención a costa de lo que fuera y trataron de mostrarse como los protectores de una sociedad que ha demostrado ser cada vez más intolerante y menos receptiva a ese tipo de actitudes demagógicas.
Muchos políticos y empresarios cupulares encontraron en el COVID 19 el argumento que no tenían para mostrarse como opositores y tratar de debilitar a López Obrador; México tiene un sistema diseñado para que la última palabra, en todo, la tenga el Presidente de la República; ya veremos hasta dónde pueden llegar esos partidos políticos y grupos de interés que buscan una regresión para recuperar los privilegios que perdieron y más espacios de poder para proteger a los ex funcionarios corruptos que están siendo investigados, entre ellos, al menos, dos ex presidentes panistas y uno priísta, aunque deberían tomar en cuenta que la polarización que provocaron utilizando al COVID 19 para tratar de tomar ventajas en las elecciones de 2021, eventualmente, se les va a revertir en las campañas por todos los expedientes de corrupción.
@ernestoescobosa