Opinión | Jalando agua pa’l molino

-Oye we, neta que entre más pasa el tiempo con esto de la pandemia, más quisiera irme de ermitaño a alguna parte de nuestra maravillosa sierra…-; pues por mi puedo ayudarte a hacer tus maletas y te encamino a donde quieras irte mendigo Parásito. A ver si así dejas de darme tanta lata.

– Ya ves, a eso me refiero. Parece que esto del Coronavirus, nos ha contagiado. A unos de una manera y a otros de otra…-; pues claro, no a todos les pega igual Mequetrefe…; – pues ya lo sé pinche Tío Lucas. Me refiero a que a unas personas les ha pegado directamente; han tenido que hacer su respectiva cuarentena en aislamiento en sus casas y, a los que más mal les ha ido, tienen que llegar a ocupar alguna de las camas de hospital y, en el peor de los casos, pues ya no salen con vida de ese lugar.

Sabemos también que, cuando la enfermedad ha llegado a algún familiar o amigo muy cercano, pues se comienzan a modificar algunas cosas; sobre todo porque se empieza a creer en la enfermedad que, dicho sea de paso, llevamos ocho meses conviviendo con ella y aún hay personas a las que le va bien eso de que son como Santo Tomás -. Bueno creo que ahora sí estás hablando con conocimiento de causa y no eres como tanto repetidor de estupideces que se aparecen a cada rato por las redes sociales…; – pues discúlpame mi cabeza de aceituna, pero no sólo en las redes, yo he tenido que lidiar, frente a frente, y mira que también tengo mucha, con gente que en serio, como soy bien amor y paz, no agarro a coscorrones por necios, y por querer convencerme de que su comadrita o compadrito “mando una cadena por guats en donde se explica porque el Covid no etsiste”.

Neta que, dicho sea con el mayor de los respetos, te aguanto mejor una charla dominguera por la mañana con los Testigos de Jehová, que en ocasiones visitan el cantón. Por lo menos charlan con sustento, aunque no lo compartamos -. Anda mendigo Haragán, hoy andas aplicado en el tema. A ver, continúa.

– Pues mira, creo que todos, bueno, quítale el creo; todos la estamos pasando de la chingada con este problema del Covid; unos más, otros menos; nadie está en un lecho de rosas, nadie. Así como lo decía Cuauhtémoc cuando estaba en su tormento -. Me estás sorprendiendo Sátrapa. Ahora sí hiciste la tarea…; – a welita soy tu nieto, le estoy aprendiendo algo a mi amigo Javier Guerrero…-; ya también es tu amigo ¡mira!…; – Simona la Cronista pinche pelón.

Pero sabes que es lo “pior”…-; no, no lo sé. – Pues lo peor es que es muy lamentable que una caterva de parásitos, vividores de los asuntos de la política, se aprovechen para sacar ganancias de esto…-; claro yo puedo agregar, sin temor a equivocarme, que detrás de todo lo que vemos en torno a la desobediencia social que hemos presenciado, existe la mano perversa de una mente más perversa, cuyo fin, es más bien de ganancia político – electoral de grupo o personal; que en realidad un beneficio colectivo; y eso lo puedo firmar porque algo se aprende a lo largo de los años que te dejan experiencia y también se adquiere experiencia del ejercicio profesional.

– Y aquí, pregunto: ¿Por qué los políticos, todos, azules, rojos, verdes, amarillos, naranjas, morenos o descoloridos, no se dejan de tarugadas y ven por lo que están pasando Ellos… Los que están dando la cara para sacarnos adelante en el Sector Salud?

Señores políticos del color que sean, azules, rojos, verdes, amarillos, naranjas, morenos o descoloridos; no crean que ustedes serán los héroes por hacer o no hacer algo por paliar la problemática que nos aqueja, porque no están haciendo mucho y ya vimos que lo único que les interesa es hacer como que hacen para seguir mamándole la ubre al erario y ganando adeptos, mientras Ellos… Ellos siguen implorando para que los apoyen a seguir enfrentando a un enemigo que ahí está, cobrando vidas mientras ustedes siguen viendo la manera de seguir cobrando quincenas y haciendo como que las regalan.

Señores azules, rojos, verdes, amarillos, naranjas, morenos o descoloridos; mientras ustedes hacen todo lo posible para desacreditar las acciones o inacciones de los contrarios; Ellos siguen arriesgando su vida por una caterva de irresponsables que no hemos entendido la magnitud de la situación.

Todos estamos en nuestro derecho de expresarnos, de manifestarnos, de exigir una mejor calidad de vida, de que no nos mate el hambre por acatar las medidas sanitarias; sin embargo, creo, que a nadie nos va a gustar que Ellos, los que verdaderamente están haciendo algo para librarnos de este problema, un día, hoy, mañana o pasado, decidan dejarlo todo y salgan a manifestarse para exigir que dejemos de ser unos pinches irresponsables, porque ya no pueden sostener la lucha que los está menguando.

Ellos, no lo dudo ni tantito, la están pasando peor que nosotros… Ellos están saliendo de sus casas, despidiéndose de sus familias, sin la certeza de regresar con la salud garantizada. Ellos están arriesgando más que recibir un cliente en su establecimiento, más que vender un producto u ofrecer un servicio, el que sea. Ellos están arriesgándolo todo mientras muchos sólo actuamos para llevarle la contra a la autoridad y otros porque es la manera de seguir jalando agua a su molino partidista o personal. Ellos… Simplemente están arriesgando su vida por una caterva de irresponsables y egoístas como nosotros -.

Me sorprendiste we. Te ganaste una lata de atún para ti solito…; – otra vez atunes pinche pelon culei -. Vámonos.

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