Opinión | La digna rabia #25N

Otro mes, otra fecha, un 25 más y la violencia contra las mujeres y las niñas sigue sin terminar.                        

Ni las mesas de trabajo, los debates públicos, los foros y talleres, la presión por una educación de la denuncia y ni las alertas de género han funcionado, para parar esta violencia contra las mujeres y niñas. El 25 de este mes, no es para hacer tu evento público, no es para ponerte una bufanda o playera naranja, ni para tomarte la foto con tinta naranja en tu mano; en esta fecha tenemos que dejar de pensar en la violencia como una campaña bonita, que sirva para que políticos y políticas se posicionen y que les den su estrellita, porque esas acciones no trascienden y no ayudan a la disminución real de la violencia contra la mujer.

El 25 de noviembre, día Internacional para Erradicar la Violencia de Género, es una fecha para hablar de las asesinadas, violadas y ultrajadas, de las mujeres jóvenes que se encuentran en relaciones violentas, las que son acosadas por familiares, profesores o amigos, para hablar por las miles de mujeres que son golpeadas por sus parejas o por las mujeres y las niñas que son prostituidas. Hay que hablar por ellas y por todas las que están desaparecidas e impedir que su ausencia quede impune y la lucha de quien las busca se vuelva invisible, por ser un tema tan usual; no podemos permitir que la violencia feminicida se normalice, no podemos acostumbrarnos a ella.

Durango, es un estado donde este 18 de noviembre del 2020, se cumplen dos años de la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género en 16 municipios, siendo el caso que tan solo en Durango capital, por semana se registran más de 350 casos de violencia intrafamiliar (DMSP, 2020).

Este #25N, es importante que recordemos a las mujeres, que nos fueron arrebatadas, por hombres violentos y feminicidas.

Mencionémoslas:

• Josefina Ramos Soto, 28 años, de Súchil. 

• Karol Johanna, 5 años, de Lerdo. 

• María Favela, 24 años, de Gómez Palacio.

• María Pérez, 31 años, de Tepehuanes.

• Guadalupe Barrón, 22 años, de Lerdo.

• Anel Dávila, 34 años de Lerdo.

• Carmen Gámez, 37 años, de Durango.

• Adilene Sifuentes, 31 años, de Lerdo. 

• América Elizalde,10 años, de Lerdo.

• Martha Delgado, 72 años, de Canatlán.

• Blanca Silva, 25 años, de Pueblo Nuevo.

• Daisy García, 27 años, de Durango.

Ellas fueron algunas, que tuvieron los titulares de algunas notas en los periódicos en nuestro estado, pero nos falta incluir a las 8 mujeres más que han sido asesinadas violentamente en lo que va de este año.

Cada una de ellas tenían su vida, su historia propia; eran mujeres que dejaron a hijos y familiares tristes por su muerte. Su vida terminó prematuramente por una carga de odio, injusticia y desesperanza, por un Estado mexicano que no les pudo garantizar vivir libres de violencia.

Podemos continuar así con los nombres:

• Ingrid, de 25 años, fue asesinada por su pareja tras una discusión, quien la acuchillo hasta privarla de la vida para luego quitarle la piel y distintos órganos.

• Fátima, de 7 años, fue secuestrada a la salida de su escuela en Tláhuac, CDMX, el 11 de febrero. Después de seis días encontraron los restos de su cuerpo en una bolsa negra.

• Diana, de 21 años, quien cumplía con el aislamiento social, pero aun así fue asesinada al interior de su domicilio el 24 de mayo, presentando signos de violencia hechos con un arma blanca.

• Nayeli, de 35 años, fue asesinada el 9 de junio en el estado de Puebla, por su esposo, quien la ultimó a golpes, la cercenó y quemó.

• Reyna Isabel, de 12 años, se dedicaba a vender pan, en el estado de Veracruz. Desapareció el 04 de julio de este año y su cuerpo fue encontrado sin vida, con signos de violencia física y sexual en un camino rural, dos días después.

• Jessica, de 14 años, el 24 de agosto salió de su casa a un cibercafé en el Estado de México, para imprimir una tarea para una de sus clases y desapareció. Su cuerpo fue encontrado un día después con signos de violencia. 

• Jessica, de 21 años, desapareció el 21 de septiembre en Morelia. Cinco días después, su cuerpo fue encontrado sin vida al sur de ese mismo estado, tras ser golpeada en diferentes ocasiones.

• Alondra, de 20 años, una madre joven de una niña de 4 años, fue asesinada en Coahuila por un amigo de ella, quien confesó y dijo donde estaba el cuerpo, mismo que estaba en estado de putrefacción envuelto en una bolsa negra.

• Carmen, el 24 de septiembre, en Guadalupe, Zacatecas, fue asesinada brutalmente con más de diez balazos.

• Alejandrina Lorenzana, “Alexis” de 20 años, desaparecida el 7 de noviembre en Cancún, encontrándose su cuerpo un día después.

En memoria de todas ellas, que recordamos con dignidad y rabia.

¡NI UNA MENOS, VIVAS NOS QUEREMOS!

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