Por Carlos Armando Castro
La alianza partidista exige trasparencia sin fines políticos y de grupo
Ante la lentitud y parsimonia del Partido Revolucionario Institucional, para tomar decisiones, se tiene enfrente el reto de convencer y que se respeten los acuerdos como integrante de la alianza “Va por Durango”.
A todas luces si hay claridad no hay mucho que buscar, el tricolor tiene en Esteban Villegas, un representante, sólido con una alta aceptación ciudadana, y una opción electoral de peso.
No debe de haber equivocaciones en la selección del candidato que represente la coalición tripartita.
Para las dirigencias del PRI y el PAN, está prohibido equivocarse y anteponer intereses políticos o de grupo para designar a su candidato. La designación no debe obedecer a intereses de ningún tipo. Que vaya el mejor que garantice el triunfo.
El problema que habrá de enfrentar el PRI, parece ser un escollo insalvable, el PAN, ya tiene su proceso interno muy avanzado con su virtual y único aspirante Héctor Flores Ávalos, quien representa el panismo tradicional.
Tanto el PRI como el partido blanquiazul, tienen un compromiso que no es cosa poca, enfrentar a la candidata de Morena, Marina Vitela, quien llega con todo el apoyo económico para comprometer su proyecto de gobierno y *revertir la virtual quiebra técnica de la administración estatal.*
El tema económico, que vive en el estado servirá de “gancho”, para la campaña constitucional de Marina Vitela, quien aprovechará *el ahorcamiento financiero de la administración estatal,* y cumplir a las pretensiones del gobierno de la 4-T, y gobernar Durango, al precio que sea.
La convocatoria del PRI, para el registro de quienes aspiren a la candidatura al gobierno del estado, llega tarde y sino el tiempo lo dirá.
