Desde hace años, uno de los proyectos más mencionados por las autoridades es el de la construcción de la presa “El Tunal II”, obra mediante la cual se pretende -además de captar una mayor cantidad de agua de lluvia- dotar de agua potable a los habitantes de una capital que, cada vez tiene menos de donde extraer este vital líquido, hay que recordar que la profundidad de los pozos es cada vez mayor, con lo que se incrementan los metales y minerales dañinos para la salud de los duranguenses.
Este ya “famoso” proyecto data de varios años atrás, son varias las administraciones las que han hecho gestiones ante el gobierno federal, el cual le sigue dando vueltas a este asunto, lo más que se ha conseguido en este tiempo, fue la elevación de la cortina de la presa Guadalupe Victoria, con la cual subió en algo su capacidad de almacenaje, pero párele de contar, la magna obra tan anhelada, sigue durmiendo el sueño de los justos, funcionarios van y vienen y es hora de que no se tiene nada concreto, la última visita estuvo a cargo del director general de la Comisión Nacional del Agua, Germán Arturo Martínez Santoyo, quien después de estar en las comarca lagunera, aprovechó antes de que saliera su avión para realizar un recorrido aéreo para conocer la ubicación que tendría esta presa, la planta potabilizadora y el llamado acuaférico, es decir la infraestructura mediante la cual se traería el agua hasta esta capital.
Lamentablemente, para desilusión de los duranguenses, fue un simple paseo, solo quedó -al igual que en otras ocasiones- la promesa de que se iba a presionar para que se autorizaran los recursos y empezar la obra, no hay que olivar que antes de que iniciara esta administración federal, se había anunciado que el proyecto ya estaba en la lista de los pendientes de la Secretaría de Hacienda, y que era cuestión de que hubiera algún excedente de recursos o alguno sub ejercicio para que -al menos- se inicie la obra, pero nada de eso se escuchó, en cambio el funcionario dijo que se iba a revisar el proyecto para hacerle las adecuaciones que fueran necesarias, por lo que en lugar de avanzar en esta pretensión, se dio otro paso hacia atrás, y por lo que se ve, pasarán muchos años para que se de la autorización y otros tantos para que se le destine el dinero requerido, mientras tanto, la recomendación de las autoridades es la de seguir cuidando el agua, porque cada vez somos más y cada vez hay menos agua en el subsuelo.
Y resulta que, paradójicamente, la obra que si ha impulsado el presidente de la República, denominada Agua Saludable para la Laguna, la siguen rechazando en esa región del país, a tal grado, que algunos ejidatarios presentaron un Amparo para suspender el inicio de los trabajos (aunque tampoco han empezado), por ello, López Obrador estará este domingo 15 de agosto en la laguna, en donde se reunirá con los integrantes de los 17 módulos de riego, con productores agrícolas y pecuarios y de pilón con los ambientalistas, buscando convencerlos que con esta obra, una buena cantidad de municipios de Durango y Coahuila van a dejar de batallar por el agua potable, y mire usted que aquí sí que hace falta el vital líquido.
Lo cierto es que, según se ve, estas dos obras quedarán pendientes para tiempos mejores, a pesar de que las autoridades de diferentes ciudades hagan planes a futuro y que busquen desde ahora alternativas para que no vaya a faltar el agua, parece que el gobierno federal -como siempre- esta en otra sintonía.