Como un ejemplo de la inconformidad ciudadana, en donde evidentemente no se le puede dar gusto a todos, a últimas fechas el alcalde de la capital, Jorge Salum del Palacio ha tenido que intervenir en su calidad de jefe de la comuna, ya sea para aclarar, explicar o señalar las situaciones que se presentan en esta temporada de veda electoral, lo cual no le impide al presidente municipal salir a informar lo que sucede según sea el caso, esto ya se dio hace algunas semanas, al inicio de lo que fue la campaña electoral de los candidatos del partido Redes Sociales Progresistas, quienes retando a las autoridades electorales, a las del sector salud y a las de este municipio, organizaron un “fiestón de miedo” con una concentración de personas que debido a la pandemia hace mas de un año que no se veía, y que a final de cuentas, no sucedió nada, en cuanto a una sanción, simplemente amonestaciones verbales por tan desconsiderado acto, sabedores, que tal como ha sucedido en diversos ámbitos, la contingencia sanitaria genera vacíos legales que algunos aprovechan a si conveniencia.
Lo interesante de esto fue el reclamo ciudadano, una parte, exigiendo un castigo ejemplar para estos políticos, otros diciendo que no fue para tanto y los candidatos y dirigentes de este partido amenizando y advirtiendo que habrá mas de estos, en medio de todo, el alcalde actuó como correspondía al caso y le hizo un agregado a los reglamentos municipales para castigar a los particulares que renten, presten o faciliten algún espacio en donde se celebre una concentración masiva de personas en medio de esta contingencia sanitaria, y aunque tal vez esto no va a ser una limitantes para frenar a quien lo quiera hacer de nueva cuenta, al menos la autoridad hizo la parte que le corresponde y dejó a la conciencia de partidos y candidatos lo demás, pero como siempre, la inconformidad de un lado y el aplauso del otro, es algo que ahí queda.
Otra de las polémicas, que a final de cuentas pareciera más un “chisme de lavadero” fue la supuesta obstrucción de la vista panorámica en el mirador los Remedios, esto después de que en un canal de televisión y a través de las redes sociales empezaron a circular algunas fotografías de la ampliación en una construcción ubicada en la parte baja de este tradicional, en la que pareciera que si se iba a afectar la vista, por lo que una parte de los “defensores de las causas injustas” empezaron a despotricar sin ton ni son en contra de las autoridades municipales, cuando en el terreno de los hechos, esta obra es imperceptible, lo que resultó una campaña de desprestigio injustificada, que solo dio para entretener un rato.
Y ya en cosas mas serias, el anuncio del alcalde sobre la reestructuración del adeudo que se tenía con la empresa que instaló las nuevas luminarias en esta capital, para lo cual se firmó un contrato con nuevos términos que le significaron a este Ayuntamiento, y de haber seguido igual, a varios más, el ahorro de 800 millones de pesos, en el entendido de que aun falta conocer quienes fueron los responsables directos de un contrato “leonino” en la pasada administración y proceder legalmente en su contra, aunque, naturalmente, no todos quedaron conformes con esta acción, aunque a estas alturas, lo mas seguro es que el alcalde ya esta acostumbrado a no ser “monedita de oro”.