La detención en Estados Unidos del general Salvador Cienfuegos, habrá de llenar crónicas, reportajes, artículos de fondo y hasta libros. Hoy se sabe que desde hace quince años la inteligencia americana lo investigaba.
El que esto escribe, en mis tiempos de reportero, en una ocasión fui invitado a platicar con el comandante de la Décima Zona Militar sobre una nota que traía para el noticiero de radio que conducía. Si bien se me trató con respeto y amabilidad, sentí la dureza de estar en un cuartel militar, solo con el tiempo de espera (aproximadamente una hora).
La anécdota la cuento porque los militares se cuecen aparte: es un sector duro, difícil, solo con elementos fundamentados se puede hacer una aseveración contra ellos, y a veces, ni así. La fuerza de mando de un secretario de la defensa nacional seguramente no la entendemos ni la dimensionamos, de allí que las referencias al general Salvador Cienfuegos se deben hacer con cuidado y responsabilidad, porque creemos aún su fuerza se mantiene viva en los cuarteles de México.
Sin duda su detención es un hecho histórico, solo un general, que llegó a ser presidente de la república espurio y golpista como fue Victoriano Huerta, fue detenido en Estados Unidos, murió de cirrosis hepática en una cárcel de San Antonio Texas, en donde se afirma que le lloraba a los carceleros para que le dieran aunque fuera alcohol con agua, después de que su bebida favorita era el coñac.
El proceso del general Cienfuegos durará buen tiempo, cada comparecencia con sus acusadores será de gran interés para el país. Los secretos que guarda el general preso deben de ser no solo muchos, sino de gran importancia. Conocerlos, Depende mucho de la decisión que tome de convertirse en testigo protegido, si es encontrado culpable, podría desvelar secretos que desnudaran la relación del estado con la delincuencia organizada en su más alto nivel, información que se complementaría con la que diga Genaro García Luna.
Hasta Hoy, pocos han fijado posición, el mismo presidente López Obrador dice que no hay que apresurarse a juzgar ni condenar. Ricardo Salinas Pliego, dueño de TV-Azteca, llamó defender al general en sus empresas de comunicación.
El gobernador de Pueblo Miguel Barbosa Huerta, dijo que espera que Cienfuegos sea inocente, Javier Lozano Alarcón, distinguido panista, expresó su amistad y reconocimiento al general. De Lozano Alarcón, afirma la periodista Olga Wornat, está ligado al narcotráfico y lavado de dinero. Los memes de la derecha se han orientado mofarse del hecho haciéndolo extensivo a sus críticas a López Obrador.
El Partido Acción Nacional (PAN), fue desafortunado al fijar posición sobre la detención del General Cienfuegos: dijo que se mostraba preocupado con la detención de Cienfuegos por las graves imputaciones a las fuerzas armadas y a la vida institucional.
El PAN confunde el contenido con el continente; el General Cienfuegos, culpable o inocente, no representa a las fuerzas armadas, es un general importante, cierto, pero ya no tiene la institucionalidad que tubo. Si se llegara a demostrar la culpabilidad del General, habría un proceso de transparencia, incluso, de depuración, al interior del ejército, lo cual le daría más fortaleza, credibilidad y confiabilidad ante la sociedad. Pero lo más errático del PAN, es que las fuerzas armadas no están imputadas de nada, como lo afirma.
El PAN ve el baso medio vacío al afirmar que la institucionalidad también está imputada tampoco es cierto. Ni en el caso de Genaro García Luna, ni en el caso del General Cienfuegos se vincula a la institucionalidad, por el contrario, las instituciones se fortalecen en la medida que se depuren, y en la medida que quiénes puedan haber cometido delitos desde el poder político, económico, civil, militar o eclesiástico, reciban castigo. O no.