Por Hermilo González Olivas
- La humanidad conmemora el nacimiento de Jesús de Nazareth
- La Sagrada Biblia nos ofrece reflexiones sobre la existencia
- Los evangelios de Jesús son lecciones de humanismo
- Los seres humanos necesitamos reflexionar para mejorar
- La dignidad humana es primero que cualquier poder…
- La política es vocación y no ambición de poder
- ¿Oligarquía o democracia? ¡por supuesto democracia!
- El presidente en territorio duranguense…
El nacimiento de Jesús de Nazareth marcó la línea del tiempo histórico de la humanidad en dos eras y que registra la sagrada biblia en lo que se conoce como el antiguo testamento que contiene los libros primigenios que narran la creación y la existencia de los seres humanos -hombres y mujeres- y el nuevo testamento constituido por los EVANGELIOS que son las predicas humanistas y redentoras de Jesucristo y fueron escritas por algunos de sus apóstoles.
En mi humilde opinión, la lectura de la SAGRADA BIBLIA nos puede ayudar a entender mejor los hechos de la humanidad, siempre cíclicos pero progresivos, como dice el Libro del Eclesiastés. Muchas luces para el bienestar de los seres humanos podremos recibir, si leemos con la facultad del entendimiento que nos regaló el Supremo Creador del Universo y Dador de la Vida; por ejemplo los consejos y orientaciones escritas por David en el Libro de Los Salmos o las reflexiones profundas de vida expresadas por Salomón en sus proverbios; de gran enseñanza para toda la humanidad y especialmente para los gobernantes; pues el centro de sus reflexiones es la JUSTICIA en todas sus manifestaciones de la vida, al contrastarla con las conductas inicuas, engañosas y soberbias. Y que podemos decir sobre los evangelios de Jesucristo, que son prédica sublime de amor, perdón y redención de los pobres y marginados; es catedra divina leerlos o escucharlos, a la manera de su oratoria sagrada.
Finalmente, en este tiempo de reflexiones, con nosotros mismos, con nuestro dintorno familiar y con nuestro entorno social; además de los libros sagrados de la religión Judeo-Cristiana, también podemos abordar otras lecturas trascendentes para los seres humanos; por ejemplo, las reflexiones humanistas escritas por Confucio y otros grandes pensadores que nos han legado enseñanzas para la convivencia humana; también podríamos abrevar en el pensamiento humanista de Rabindranath Tagore, escrito en su poesía y en sus epístolas. Tal vez podemos acudir a la lectura de Zaratustra. En fin, hay tantas lecturas, cuya pedagogía de la vida, pueden ayudarnos a fortalecer nuestro intelecto y nuestras fuerzas morales -de las que hablaba el escritor y filósofo José Ingenieros- para ser cada día mejores seres humanos, mejores comunidades y mejores sociedades políticas. O quizás podríamos atrevernos a indagar en la Filosofía Hermética del antiguo Egipto y reflexionar con dimensión cósmica, sobre la regla que rompe con la geometría convencional y de la que yo aprendí un concepto diferente sobre lo que significa polarizar; sí, muy diferente a la idea que hace referencia a los extremos del globo terráqueo…