Por: Raquel Carreón Lugo
Después de poco más de 15 meses sin conciertos rockeros presenciales en México, ya hay fechas confirmadas muy pronto en distintos escenarios.
Tarde o temprano tenía que suceder, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante, si bien algunos conciertos de otros géneros que no son rockeros ya se han ejecutado, el próximo mes en Monterrey y Torreón se reactivará esa sensación.
La desintoxicación rockera es algo que solo los que hemos sentido como nuestras células entran en sintonía diferente, sabemos que es algo fundamental en nuestra vida.
Durante esos 15 meses de abstinencia, entramos en un trance de desesperación, aunque hubo conciertos vía streaming, la comunión de convivir en el momento con miles de personas, de escuchar la fusión de sonidos, o como lo escribí en mi aportación de la semana pasada, sentir ese orgasmo musical, no hay nada como lo presencial.
La tecnología es factible en esta época, hay que sacarle la ventaja, aprovechar al máximo, donde además la interacción con personas alrededor de todo el mundo o con nuestros artistas favoritos hace que nos sintamos parte de su éxito.
Sin embargo la desintoxicación de nuestra alma, va más allá de un retuit o de algún comentario en el Instagram, nuestra desintoxicación rockera se trata de una sanación en medio de un slam, se trata de un brindis de cerveza con algún desconocido pero que coreó con nosotros en el cierre del concierto, se trata de gritar “otra, otra, otra”, se trata de compartir un cigarro en la melodía más melancólica, se trata de tener nuestra alma liberada.
En julio estarán los Caligaris en Monterrey y en Torreón, una gran noticia para todos aquellos amantes del ska, y aunque se trate de un foro reducido, seguramente la magia será única.
Con ellos se empieza los conciertos de rock, seguramente no tratarán de anunciar algún otro de otros grupos y solistas, y con ello crece la posibilidad de que el Pal Norte si se efectúe en noviembre en Parque Fundidora como lo anunciaron a principios de año o algún otro masivo que tanto disfrutamos los mexicanos.
En otras partes del mundo, el rock regresó desde hace varios meses a la escena, México es prácticamente de los pocos países en donde no habíamos sentido esa desintoxicación.
Hay que aprovechar esta desintoxicación, porque el rock es parte de nuestra vida y alma, porque el rock es cultura.