Alimentación complementaria en bebés

Por L.N. Yarabi Arroyo Nevárez

La Organización Mundial de la Salud recomienda iniciar la lactancia materna durante la primera hora de vida del bebé, continuar su práctica de manera exclusiva hasta los seis meses y complementarla con una adecuada alimentación hasta los dos años o más.

Después de los seis meses el bebé comienza lo que se denomina “Alimentación Complementaria”, dentro de la cual el bebé comienza a conocer diversos tipos de texturas, sabores y olores, completamente diferentes a la leche materna.

Es importante recalcar que el bebé necesita alimentos que le proporcionen energía, hierro, vitamina C y D, minerales como el zinc, ácidos grasos esenciales y fibra, por mencionar algunos. 

Es por ello que, cuando se inicia la alimentación complementaria, la introducción de los alimentos debe hacerse de forma progresiva, asegurándonos de que tolera cada uno de los alimentos que le vamos dando y recordando que su estómago, es muy pequeño, además su sistema digestivo empieza a familiarizarse con las porciones y texturas, por ello, como padre se debe ser paciente, puesto que en ocasiones el bebé puede devolver el alimento dando a entender que no tolera o acepta el alimento, y se deja de lado la importancia de que comienza a conocer texturas diferentes, es por esto que se deben introducir pequeñas cantidades de comida para que las vayan tolerando paulatinamente.

Del mismo modo, es importante mencionar que aún ciertas familias tienen la creencia que se debe comenzar a introducir papillas hechas a base de cereales (arroz, papa), frutas y verduras, sin embargo, en la actualidad y debido a los altos índices de anemia en infantes, se implementó el comenzar con alimentos de origen animal, especialmente pollo y carne roja, ya que este tipo de alimentos se caracteriza por contener altos niveles de hierro, lo que previene la anemia anteriormente mencionada en niños pequeños.

Existen algunos alimentos que deben introducirse al año de edad, debido a que se consideran potencialmente alérgenos, esto quiere decir que el sistema inmunológico podría tomar estos alimentos como “dañinos”, provocando en el pequeño diversas reacciones alérgicas como urticaria, enrojecimiento o ronchas en la piel, dificultad respiratoria, entre otras; esto debido a que el sistema inmunológico del niño aún no se desarrolla en su totalidad; Estos alimentos son, huevo, frutos secos (nuez, almendra, cacahuates), pescado, miel de abeja, leche de vaca y sus derivados (yogurt, queso).

Sin duda la alimentación complementaria juega un rol importante en la vida del niño, y la correcta calidad y cantidad de alimentos provocará un adecuado desarrollo y crecimiento en etapas posteriores.

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Yarabi Arroyo Nutrición

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