El café y la salud

Tómate una tacita. Tomémonos un café. Nos vemos en el café. Estoy cansado… sírveme un café. No puedo pensar sin mi café. Para ser feliz lee un libro y tómate un café. Si no existiera el café muchas cosas ni se hubieran pensado. 

Y así tantas expresiones que cotidianamente escuchamos, y es que en realidad el consumir café en la actualidad a nivel mundial está muy generalizado, y la historia de su consumo se remonta a varios siglos, es muy probable que su origen fuera en África y Medio Oriente y lo más seguro es que su empleo fuera para fines medicinales por su poder estimulante.

En algún momento el café pasó de ser de uso limitado a ser un producto que ya preparado se utilizara para amenizar alguna reunión o simplemente para consumir en los hogares. Durante el Imperio Otomano, el café también comenzó a venderse en los mercados antes de ser favorecido en la corte. A partir de ahí, se extendió hacia Europa y luego a través del imperialismo europeo y más allá, hasta el llamado nuevo mundo. 

Pero también aparecieron versiones en contra de su consumo, los gobernantes desarrollaron miedos de que la bebida era sólo un frente para fomentar inestabilidad política y social. Los líderes religiosos también veían las casas de café como un lugar de pensamientos peligrosos y que hasta la brujería estuviera relacionada con su consumo.

En la actualidad es frecuente escuchar que si se toma café se puede dañar nuestro organismo, nada más falso. El café consumido hoy es por infusión de las semillas del cafeto, que entre otras substancias contiene una sustancia estimulante que es la cafeína y es un producto muy comercializado a nivel mundial, incluso superior a otros productos agrícolas. De hecho, más de 125 millones viven del cultivo de este producto a los que habría que sumar los que se dedican a la comercialización del mismo. De ahí la cifra de que cada día se toman más de dos mil millones de tazas de café, bueno hoy en esta imparable modernidad ya muchas tazas se han convertido en muchos vasos de cartón. 

Instituciones muy reconocidas como la Harvard School of Public Health o la revista Annals of Internal Medicine han determinado que el tomar café cotidianamente reduce el riesgo de desarrollar diabetes hasta en un 54% también influye positivamente en la presencia de diferentes tipos de cáncer hasta en un 40% si se toman más de dos tazas al día, como es el caso del cáncer primario de hígado, el de mama, próstata, colón, o de piel. Va también a influir positivamente en prevenir el Alzheimer, el suicidio, la arritmia cardiaca y muchos padecimientos más. 

Estéticamente también tiene varios beneficios ya que es un antioxidante especialmente rico en polifenoles que actúan contra los radicales libres y algunos metales pesados que provocan el envejecimiento de los tejidos.

El café es entonces una de las mejores formas de iniciar un día, una bebida sin igual para los espacios en el trabajo, el estudio, o el ideal para acompañar un postre, pero también un beneficio para la salud.

Claro que, como todo, el abuso puede ocasionar molestias como: ansiedad, problemas de gastritis, aumento de la presión arterial o trastornos del sueño. Por lo que se recomienda tomarlo en cantidades justas, favoreciendo así una estimulación general y positiva en el conjunto del organismo, tanto a la hora de realizar actividades físicas y deportivas como mentales y cognitivas.

Bueno pues a disfrutar una buena taza de café y a seguir disfrutando de la vida hasta de los momentos más simples.

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