Por Héctor Fahrid Martínez Flores
La cultura es una mezcla de creencias, valores, comportamientos, tradiciones y rituales que comparten los miembros de un grupo cultural, estas prácticas brindan un sentido de estabilidad, seguridad y consuelo por la pérdida de un ser querido.
La muerte tiene lugar en un contexto social, en cada cultura, está asociada con diferentes rituales y costumbres para ayudar a las personas en el proceso del duelo lo que permite a las personas distintas formas de procesar y expresar su dolor, los rituales y las costumbres brindan un sentido de rutina y normalidad.
Las creencias religiosas pueden moldear la cultura de forma significativa ayudando a las personas a comprender la muerte y afrontar su misterio, cada cultura tiene sus creencias respecto a la vida después de la muerte y la reencarnación.
El Día de Muertos, es una de las tradiciones mexicanas más significativas, donde los vivos se preparan para recibir a sus muertos y convivir con ellos. El 1 es el día de Todos los Santos y el 2 el día de los Fieles Difuntos, hay quienes empiezan los festejos el 28 de octubre, cuando recuerdan a quienes perdieron la vida de manera violenta, mientras que el 30 y 31 de octubre se honra a los niños, en especial a los que murieron sin ser bautizados.
Los orígenes de esta tradición son anteriores a la llegada de los españoles, para los antiguos mexicanos, la muerte era el comienzo de un viaje hacia el Mictlán, es decir el reino de los muertos o inframundo, con la llegada de los españoles, la fiesta adquirió una connotación religiosa sumando nuevos elementos y significados católicos como cruces y los rosarios.
El altar de muertos es un elemento fundamental en esta celebración en él se colocan las ofrendas, se decora según el arte y creatividad de las personas con elementos como la flor de cempasúchil, el pan de muerto, las calaveras de azúcar y el papel picado. Se cree que el espíritu de sus difuntos regresa del mundo de los muertos para convivir con la familia, ese día se realizan rezos y al terminar la celebración, se degustan todos los platillos y bebidas de la ofrenda. En algunas zonas del país se pasa la noche en los panteones, se adornan o decoran las tumbas, o incluso se hacen altares y ofrendas sobre las lápidas.
Otra costumbre es la de realizar pequeñas rimas llamadas “calaveritas” en donde en tono burlón se habla de varios personajes y de su muerte. En el siglo XX se añadió el personaje de la catrina, la mujer calavera creada por el grabador José Guadalupe Posada, y los alebrijes, una artesanía hecha de cartonería y con colores vibrantes que representan animales fantásticos.
Las fiestas dedicadas a los muertos están altamente arraigadas en la vida cultural de los pueblos indígenas de México. La riqueza de esta manifestación es tan basta, que es por esta razón que la UNESCO la inscribió en su Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, definiéndola como una expresión tradicional integradora, representativa y comunitaria de nuestro país.
- Facebook: Héctor Fahrid
- YouTube: Hector Fahrid Martinez Flores
- Twitter: @HectorFahrid
- Instagram: Hectorfahrid