María Teresa Martínez, de 65 años de edad, logró terminar la secundaria en la escuela Naciones Unidas, de Monte Grande, en Argentina.
Nicolás Bonino, maestro de química de María y quien le entregó su diploma, expresó, “esta mujer es un ejemplo para los más jóvenes que la ven en una aula. Nunca tuvo excusas, nunca faltó a clase, es la que más se empeña y la que más estudia, la verdad es que es un faro para sus compañeros”.
La mujer estudió primaria en su natal Ezeiza, de pequeña soñaba con ser profesora de educación física, pero en su familia, su padre tenía otros planes para ella.
La recién graduada recordó que a su papá nunca le convenció lo que ella quería hacer con su vida, por lo que no tuvo otra opción más que obedecer.
Pero eso no fue impedimento para que María dejara de aprender, ya que a la edad de 13 años tomó un curso de secretariado, fue ahí cuando descubrió el mundo laboral.
Desde niñera hasta empleada doméstica, fueron algunos de los trabajos que tuvo que desempeñar para ir creciendo y a la edad de 21 años se casó con Gerardo, con quien tuvo cuatro hijos y fue hasta 16 años después cuando regresó a la vida laboral.
En 2005 todo cambió con la muerte de su esposo, su madre y por último, su papá. Deambulando entre la depresión y la casualidad, María se inscribió en la escuela, pero por el miedo al qué dirán dejó sus estudios, los cuales tomaba en el turno nocturno.
Por fin el 2022, María lo retomó y cursó su último año, hasta conseguir su certificado de secundaria.