Por Abril Meraz
La vida me ha llevado por caminos que jamás me imaginé recorrer. Uno de ellos es el que, hace algunos años, me condujo hasta impartir conferencias y capacitaciones en temas de desarrollo humano.
En lo personal, el estar ante un público siempre me ha parecido un gran reto, no sólo por lo que implica la preparación de una conferencia o el miedo al momento de hablar, sino porque, desde mi idea, se requiere de congruencia para realmente vivir aquello que decimos arriba de un escenario.
Uno de los temas que más me gusta difundir es que todas las personas, absolutamente todas, tenemos una historia que nos ha construido hasta hoy. Por supuesto, muchos creerían que quienes vivimos con una discapacidad hemos superado más obstáculos que otros, pero estoy segura que, para cada uno, su historia ha sido complicada y transformadora a la vez.
Con todo lo anterior, en este artículo quiero decirte que tu historia es lo suficientemente buena como para que, a partir de ahí, comience en tu vida la transformación que has buscado por tanto tiempo. Sí, has vivido dolor, miedo y quizá muchas cosas más, pero también has salido adelante hasta llegar a donde te encuentras hoy.
LA HISTORIA YA ESTÁ VIVIDA… ¿AHORA QUÉ?
El primer paso para comenzar a darle una nueva perspectiva a tu historia es la aceptación. Lo que hayamos vivido, sea una discapacidad, una pérdida o una decepción, no podemos modificarlo, pues ya está en el pasado. En algún momento de mi vida entendí que no ganaba nada quejándome o sufriendo por haber nacido con baja visión: la realidad seguiría siendo la misma y la única que se hacía daño era yo… nadie más. Pregúntate: ¿qué me conviene aceptar hoy como mi presente?
NO SÓLO HAS VIVIDO ESO… Y LO SABES
Cuando tenemos experiencias complicadas, resulta sencillo enfocar justo ahí toda nuestra atención; la mente comienza a imaginar que sólo existe la obscuridad y, por tanto, etiquetamos a nuestra vida como un martirio del que queremos salir lo antes posible. Sin embargo, es importante, y mucho, que busquemos la manera de recordar todo lo bueno que también existe en ese momento: los seres que nos rodean, las situaciones de alegría, las oportunidades para dejar huella. Entendí a tiempo que la vida nos da más de aquello a lo que dedicamos nuestra atención… ¿tú en qué decides enfocarte?
AHORA… ¿CÓMO HAGO QUE VALGA LA PENA?
Si ya comprendiste que no puedes modificar tu pasado y, además, que hay mucho más que solamente obstáculos en la vida, entonces es momento de cerrar tus ojos y mirar que la vida, con cada experiencia, te está brindando una oportunidad para decidir qué enfoque dar a lo que sucede. Por supuesto, existirán días dolorosos, pero para que todo valga la pena será necesario buscar la manera de apoyar a otros con tu aprendizaje. Dicen que la forma más efectiva para dejar huella en la Tierra es mejorándola con nuestro paso por ella; así pues, utiliza tu aprendizaje para compartir con otros cuál es el camino ligero y, si algunos ya tropezaron, enséñales también cómo fue que lograste levantarte para llegar hasta el presente que hoy disfrutas.
Nadie está exento de tristeza, angustia, miedo o dolor. Sin embargo, las personas que deciden cerrar sus ojos y mirar con el corazón son quienes lo han entendido todo, pues saben que ninguna situación complicada es eterna y que, si en este momento hay nubes en el cielo, ya llegará el día en que el sol vuelva a brillar. Comparte conmigo: ¿cuál es la historia que has decidido que valga la pena? Espero tus comentarios en mis redes sociales: “@abrilmeraz17” o en mi sitio web: www.abrilmeraz.com. ¡Juntos es más fácil!
