Por Luis Pineda
Carlos Israel Flores Vázquez, tenía 9 años de edad, cursaba el cuarto grado de primaria, y tenía muchas ilusiones por delante, sin embargo, una bala perdida acabó con su vida, ahí terminaron sus sueños.
Su mamá, Rosa Carolina, con el corazón destrozado pide que, quien realizó el disparo sea metido a la cárcel
“Pues yo lo que pido, es que a esa persona que hizo el disparo y que acabó con la vida de mi hijo, que lo metan a la cárcel. Mi hijo apenas empezaba a vivir, tenía nueve años, estaba en cuarto de primaria, y no es justo, él ya está muerto y la persona que disparó anda como si nada en la calle, yo pido que se haga justicia, que lo metan a la cárcel”, dijo Rosa Carolina Vázquez.
A decir de sus vecinos, el pequeño Israel, era muy alegre, sonriente, con muchos sueños, muchas ilusiones, con muchas ganas de vivir, siempre servicial.
“Yo lo veía siempre jugar, luego acostumbraba a sentarse con sus hermanos afuera de la casa mientras su mamá se iba a trabajar, era un niño muy bueno, todos los niños de aquí lo querían mucho. El día de los hechos, nosotros estábamos adentro y ellos estaban afuera, y cuando supimos lo que le había pasado, pues nos pusimos tristes, y ahora que supimos que había fallecido, pues nos dio mucha tristeza, es una cosa muy horrible pues convive uno con los niños y de pronto ya no está. Yo le diría a la persona que hizo el disparo que tiene unas cuentas pendientes con Dios”, dijo el señor Miguel Ferreira, vecino del niño Israel.
Algunos de sus amigos, señalaron que Carlos Israel, era muy alegre, que le gustaba mucho jugar, y que todos se llevaban bien con él, “lo vamos a extrañar”.
ANTECEDENTES
La noche del 31 de diciembre, en la víspera del año nuevo, Carlos Israel, se encontraba a las afueras de su domicilio ubicado en la calle Honestidad, del predio El Rosario, cuando en un momento dado, sus sueños se vieron truncados al caerle una bala perdida en el cráneo.
Permaneció hospitalizado más de 20 días, hasta que finalmente murió.
Tras su deceso, fue llevado a un velatorio, sin embargo, a petición de sus vecinos, el cuerpo de Israel fue velado en su domicilio, de donde partió el cortejo fúnebre a darle su último adiós.
