Por Juan Pablo Arreola Torres
Mientras Durango y sus habitantes conjuntamente con las autoridades sortean el temporal de la salud, la economía, la educación y problemas como el de la inseguridad, el gobernador José Aispuro Torres hasta ahora ha sabido afrontar dignamente con los retos impuestos por la pandemia y un gobierno federal indiferente ante las necesidades de los ciudadanos, este último tramo de su mandato se impone concluirlo, sin dejar de atender a todos los ciudadanos por igual, como lo ha hecho hasta ahora.
Se observa, que todos los partidos políticos, están enfrascados en su propia rebelión en la granja, en constante contienda y lucha de de intereses y grupos, hasta ahora, se desconoce hacia dónde se encamina la decisión en cada uno, declaraciones, van y vienen y nublan el panorama político, lo que lo hace que se contemple incierto, hay más dudas, y los temores no desaparecen, ya que los duranguenses esperamos un futuro prominente que nos aliente y permita alcanzar nuestros propósitos y superar con nuestra familia estos tiempos de zozobra, con confianza, con un gobernante con temple, que de paso a la confianza para continuar con nuestras vidas con mayor tranquilidad.
En Morena, el perfil de los interesados por contender a la gubernatura, están bautizados con la doctrina de sumisión, que raya en el servilismo hacia su caudillo, que es Andrés López Obrador, de quien muy poco, se ha alcanzado, y es gracias al empuje de Aispuro Torres. Los legisladores surgidos de este movimiento, realmente no han logrado nada por los duranguenses quienes les brindaron su confianza, la actual camada ha ofrecido impulsar el incremento del presupuesto Federal asignado a la entidad, no se sabe, ciertamente, cómo responderán, ya que la disciplina que se les impone, los orilla a su fidelidad, olvidándose a quién deben obedecer, que sus los electores. Todos ellos están alineados a las políticas que se les trace.
En el PRI, su líder nacional, “Alito”, no ha dado muestras claras de confrontarse el poderoso López Obrador, ya que arrastra una serie de señalamientos y trae la cola larga, por ello, parece entender el dicho: “Quien tenga la cola larga, debe tener la lengua corta”, lo que en este caso debe entenderse, que ni le mueva, así, que calladito se ve más bonito, desplantes los tiene, pero es fluff, lo que es como pelusa en el ambiente. El miedo pues no anda en burro. ¿Designarán un candidato perdedor? Los partidos acomodaticios que los han acompañado hasta ahora, seguirán aliados, solos no pueden ir ni a la esquina.
En el PAN, están apanicados, para comenzar, su líder local es una señora sin empeño, sin ideas ni programas serios para efectuar una campaña proselitista de alcance, se dice que se pierde en la sierra, ¿la cabra tira al monte?, entonces lo que requiere es un pastor, ya que en la presidencia del partidos aparece como “chivo en cristalería”, aparte de esto, si no la reemplazan por un panista entendido y que sepa de estas lides, si no se ponen de acuerdo para designar un buen candidato será difícil la contienda política por la gubernatura. Además, otro punto negativo es su líder nacional, impuesto por Ricardo Anaya quien está en “autoexilio” por los delitos que le imputan en la 4T a través de la Fiscalía Federal que está pronta a servir a su patrón López Obrador.
El PRD sólo puede contender en alianza, así que se subirá a la carreta, después de que se hayan acomodado las calabazas.
En MC, quiere, pero no puede, por más esfuerzo que haga, deberá decidir con quién iría en alianza, siempre y cuando le concedan lo que pide, y por costumbre, pide más de lo puede contar, que ya es poco, ya se verá lo que pretende, su líder se muestra pretencioso y presuntuoso, lo que ha emprendido hasta ahora, no ha prosperado.
Panorama político gris, gris, pobretón.
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